Es posible y de viva voz te puedo decir que yo lo hice. Vaya que podemos tener una discusión muy larga al respecto. Iniciar un negocio sin capital no es soñador, no es algo imposible y sobre todo no es algo que solo esté reservado para aquellos de sangre azul.
Cuando emprendemos nos topamos con muchos problemas, pero sin duda el principal es la falta de experiencia y conocimientos. Si pudiera sintetizar la lectura en pocas palabras, sería: “Emprender conlleva mucho conocimiento, esfuerzo y es una carrera de resistencia”. Uno de los principales problemas que enfrentarás será la duda, la incertidumbre de saber que tu idea de negocio funciona, y ojo, cuando no tienes conocimientos o experiencia llegan las dudas.
Pero emprender sin capital es posible. Sí se puede, sin embargo, no es un camino sencillo. Existen historias de jóvenes que de trabajar en el garage de la casa de sus padres han pasado en pocos años (relativamente) a enfrentar demandas por “monopolizar” su sector. Vaya que es apasionante escuchar esas historias en nuestros cursos de emprendimiento cuando un “emprendedor experto” nos cuenta sus hazañas y nos tomamos todos de las manos para recitar en voz alta nuestros sueños y expectativas sobre nuestros proyectos. Pero más allá de trabajar en nuestra espiritualidad debemos innegablemente trabajar en lo que los demás no quieren hacer, pulir nuestras mentes y fomentar nuestra habilidades con capacidades gerenciales, conocer herramientas que nos permitan ampliar nuestro panorama y desarrollar nuestro criterio. Ello no solo nos permitirá hacer las preguntas correctas, sino también nos permitirá desarrollar múltiples alternativas para cumplir nuestros objetivos y no morir en el intento.
Empecemos a arriesgar, el conocimiento proveniente de las fuentes correctas es más valioso que cualquier otro activo de nuestro negocio, no por nada el mejor producto de todos son los servicios, productos que venden intelecto bajos costes y sobre todo muy pocos recursos. Entrena tu mente, destruye tus ideas y vuelve generar a nuevas. El principal problema de los emprendedores es que nos casamos con una idea e inexplicablemente pensamos que es tan valiosa que incluso no queremos contarla por miedo a que alguien la ejecute, sin embargo, debemos saber que tan buena debe ser la idea como la ejecución. El mundo es grande que nos da miedo darnos cuenta que nuestra presencia en él puede ser tan insignificante o tan impactante como nuestras capacidades, habrá más oportunidades más espacios, mejores momentos, más ideas y más recursos. Hay que ir por ellos.
Así que si piensas que el camino emprendedor es lo tuyo, pero no tienes dinero, tal vez esto te sirva.
Puedes comenzar un negocio con poco o nada de dinero, pero eso no es lo mismo que comenzar sin recursos. De hecho, entre más recursos tengas menos dinero necesitarás. Por recursos podemos mencionar algunos como la inteligencia, la imaginación, el círculo social, la experiencia, los estudios y conocimiento en general, el tiempo disponible, la habilidad de conectar puntos aparentemente inconexos, la capacidad de ver oportunidades dónde nadie más las encuentra, las habilidades manuales, deportivas, artísticas o físicas en general, las habilidades intelectuales, la salud y así, una larga de recursos que te sorprendería no se encuentra incluido el dinero.
Todo comienza por una idea
Al inicio no intentes descubrir el hilo negro. Hay fórmulas que ya son ganadoras; toma una e innova sobre la misma: más barato, de lujo, mejor servicio, personalizado, más sencillo, más bonito, más rápido, a domicilio, algo diferente, un servicio en otro sector y un largo etcétera.
Toma en cuenta que luego tendrás que adecuar esa idea a lo inmediato y hacerla funcionar exclusivamente con los recursos con los que cuentas. Es decir, al principio mantenlo simple.
Desarrolla un plan
Te sugiero contenga:
- Descripción corta y concreta del negocio. Solo un párrafo, pero si se puede una línea, mejor. El requerimiento es que cualquier persona que lo lea entienda al instante tu producto o servicio.
- Presupuesto simple. Es decir, cuánto dinero tienes y con qué otros recursos cuentas como tiempo, conocimientos, experiencia, contactos, posibles socios, posibles clientes y demás.
Acciones inmediatas bajo el presupuesto dado.
Por el amor de dios, escribe tus ideas. Escribir no solo te permite reafirmar tu cocimiento sino también, generar un panorama más amplio de tu modelo de negocio. Darte cuenta de que tu idea no da lugar a más cuestionamiento y que para cada pregunta existe una respuesta. Mostrar y contar con un modelo de negocios escrito genera confianza, confianza en que cada pieza, segmento y parte de nuestra idea ha sido pensada previamente y cuanta con meticuloso análisis.
Medios de financiamiento
Si de verdad no tienes nada de dinero, solo hay una manera de comenzar: pides fondos o trabajas para conseguirlos.
Si ya tienes experiencia en el ramo en el que quieres emprender, entonces puedes pedir y tienes estas opciones de financiamiento.
Amigos y familiares: Toma en cuenta que “cuentas claras, amistades largas”. Te aseguro que no quieres arruinar tus relaciones interpersonales por temas monetarios.
Crowdfunding: Plataformas de financiamiento colectivo. Si no conoces al respecto y piensas que tu idea no será lo suficientemente atractiva, deberías investigar un poco los locos proyectos que han visto la luz de esta manera.
Apoyo de gobierno: Busca oportunidades de financiamiento para pequeñas empresas por parte de gobierno estatal o federal para nuevas empresas. Actualmente hay muchos planes para ello.
Financiamiento privado: Bancos, financieras o prestamistas. Solo ten cuidado con lo que firmas, pues una tasa de interés variable o desfavorable puede matar tu proyecto antes de que empiece. De hecho, este tipo de financiamiento se recomienda solo cuando demostraste que tu negocio funciona y produce las ganancias suficientes para pagar los créditos obtenidos. Es decir, para escalar el negocio.
Inversión ángel: Existen redes de inversionistas de alto riesgo que ponen el capital semilla de empresas o proyectos prometedores. Investiga un poco en internet ya que continuamente se abren convocatorias para competencias por la obtención de estos fondos.
Y si de plano no tienes cómo acceder a ninguna de las opciones anteriores, siempre te tienes a ti mismo, la fuente de financiamiento que nunca falta es TU PROPIO TRABAJO. Dicho de otra manera, no esperes sentado con la mano estirada a ver quién se apiada de ti. Busca un trabajo de preferencia en el ramo donde quieres emprender tu negocio. De esta manera, ganarás dos cosas, experiencia valiosísima que podrás aplicar en tu futuro negocio y dinero para financiarlo.
Comienza en pequeño pensando en grande
Al iniciar una empresa no hay dinero que alcance. Cuanto más tienes más gastas, así que mantenlo tan simple como te sea posible. Adecúa tu modelo de negocio para evitar la mayor parte de costos fijos que puedas (evita rentas, sueldos y servicios innecesarios). Convierte a internet en tu tienda, en tu escuela, en tu centro de marketing, en tu medio de contacto, en todo.
Haz una lista de las cosas que serán esenciales para tu negocio y otra de las cosas qué podrías conseguir gratis, hacerlas por tu cuenta o intercambiarlas con otros que posean lo que quieres y que deseen lo que tú puedes aportar.
Puede que este camino te lleve algo de tiempo y que tengas que aprender varias habilidades digitales, pero eso mismo te hará crecer como persona, como emprendedor y en el futuro como empresario.
Venta y ajuste de tuercas
Comienza por tu mercado natural, es decir, todas las personas que conoces, familia, amigos, excompañeros de trabajo, etc. Manda un WhatsApp a todos y cada uno de los contactos en tu agenda para ofrecer tu producto o servicio, concreta tu primera venta y no olvides pedir retroalimentación sobre el servicio y calidad de lo que ofreces. De esta manera, podrás comenzar a realizar los ajustes correspondientes.
Consideraciones finales
- Low costs: Sin importar el tamaño de tu emprendimiento o negocio debes mantener esta idea como un mantra. Mantén los costos bajos tanto financieramente como en tiempo y esfuerzo.
- Reserva de presupuesto: Ten un “guardadito” que te permita cubrir tus gastos y los de tu negocio por al menos seis meses que es el tiempo en el que deberías haber llegado a tu punto de equilibrio.
- Régimen ante hacienda: Puedes comenzar como persona física y en el momento que veas que tu negocio pega, puedes cambiarte a persona moral.
Vas a perder dinero, vas a cometer errores, vas a perder el tiempo, vas a preocuparte y vas a tener miedo. Pero el reconocimiento y el valor adquirido de la valía de tu esfuerzo es una recompensa excitante. Vas a conocer más negocios, vas a crecer y te vas a transformar. La pregunta es ¿qué tantos recursos perderás contra los que has generado? Busca alternativas, piensa en la mejor manera de ejecutar tus actividades y en el camino ahorrar recursos. Harás un excelente trabajo.
Hola! Quisiera más información sobre subsidio y fondo perdido
Hola Mayra, existen diversos apoyos a nivel estatal y algunos federales. Con gusto podemos ofrecerte el servicio de asesoría. Puedes contactarnos al teléfono +521442 675 8634 y al correo electrónico [email protected]. También puedes darle un vistazo a nuestro canal de youtube donde hablamos sobre este y otros temas de manera gratuita. Estamos para servirte.